lunes, 28 de febrero de 2011

VÍSPERA DE NAVIDAD

Víspera de Navidad
con la pierna rota
en mi casa me caía,
pronto mi mujer a mi ayuda acudía,
y al verme que levantarme no podía,
sus lágrimas por las mejillas corrían
y yo con mis besos sus lágrimas bebía
para que no sint¡era ella el dolor que yo sentía.

domingo, 20 de febrero de 2011

MI TÍO PACO: MI PERSONAJE INOLVIDABLE (III)

…Cuando la guerra del 33 pasó, , nos vinimos a Cádiz, a la calle Sacramento 76, en un corralón con dos habitaciones y al año cogió un puesto de frutas en la plaza. A los dos años un puesto en la misma calle Sacramento, pues era un buen hombre y no paraba de trabajar, sin tener hijos, pero se entregó a nosotros más que un padre, por eso yo lo quería tanto.

Así pasaron varios años. Como nosotros teníamos un carro con un borrico, un día le salió un porte de muebles de una mudanza y a la señora le sobraban muchos muebles y se los regaló. Así nos los llevamos al corralón y ahí ya empezó a ser baratillero. Todos los días llevábamos los muebles al baratillo de la Plaza de Abastos.

Como el negocio de los muebles le iba bien, traspasó los puestos y nos fuimos a vivir a la calle Hércules 2, accesoria, y allí fue cuando nos cogió la explosión, nos pasó una cosa curiosa.

Tres años antes de la explosión, se murió mi hermano mayor y mi abuelo. Todos los días íbamos por las tardes a una huerta que estaba junto a torpedos, que era de uno llamado Esteban, que tenía una venta. Allí teníamos las cabras y nos traíamos la leche. Allí encerraba las cabras y nos sacaba la nuestra. Y el mismo día de la explosión, por la mañana, un amigo de mi tío en el baratillo me dice… dile a tu tío cuando venga que vaya a Chiclana a recoger los dos cochinos que compró, porque se les va a morir de hambre. Y eso se me metió a mí en la cabeza.

Y estando en la venta, le digo, tío Paco, ¿por qué no vamos a Chiclana por los cochinos? Y me dice, Antonio, ¿cómo vamos a ir a Chiclana si tu madre no sabe nada?

Tanta lata le di, que nos fuimos una hora y media antes de la explosión.

Donde nosotros habíamos estado, despareció todo pues estaba junto a torpedos. Todos los que habían estado allí murieron, pero nosotros no nos enteramos de nada pues nos quedamos en el campo.

Al otro día por la mañana, cuando fuimos a Chiclana, había un escándalo muy grande de coches militares de la Cruz Roja con personas heridas. Y mi tío le preguntó a uno y le dijo que medio Cádiz se había hundido. Yo empecé a llorar y un coche de la Cruz Roja nos trajo.

Mientras tanto, mi madre y mis hermanas nos dieron por muertos y cuando llegamos por la calle Hércules, ya se lo habían dicho a mi madre y todos llorando nos abrazamos.















martes, 15 de febrero de 2011

MI TÍO PACO: MI PERSONAJE INOLVIDABLE (II)

...Y se hizo amigo de un comandante que al ver que tenía dos hijos (porque le enseñó dos fotos que se encontró), lo dejó de jefe de los jardines de los militares, en Melilla.

Esa fue una guerra muy fuerte, pues todos los días venían camiones de muertos.

Cuando terminó la guerra tenía 43 años, y se enteró que tenía la hermana viuda, con 4 hijos, en Cádiz, y se vino para ayudarla.

Aquí empezó vendiendo fruta por las calles, con dos canastos, a mí me comentaba muchas cosas que le habían pasado durante la guerra y en Sevilla, y yo no me creía algunas. Pero un día me dice vamos a ir a la feria de Sevilla los dos (tendría yo unos 10 años) y como no tenía mucho dinero, nos llevamos dos maletas de gomas de alpargatas y playeras, pues entonces con la miseria que había, todo eso se vendía, y un bastón de la espina de un pescado, muy antiguo. Y me dice, verás la feria que vamos a pasar…

Allí le vendió el bastón a un pescadero de un freidor, que se le antojó, en 15 pesetas, que entonces era mucho dinero. Las gomas de las alpargatas en 7 pesetas. Y pasamos una feria muy buena. Allí me demostró que las cosas que me había contado eran verdad, pues se encontró con varios amigos en la feria del ganado y estuvieron contando las cosas que les habían pasado. Se encontró a su amigo el de las cabras, que fueron muy amigos, y le dice, vamos a ir a mi casa y os vais a quedar los días que tú quieras, porque tú sabes que nosotros éramos como hermanos y tu sobrino que se lleve la cabra que quiera para Cádiz. Y a mí se me antojó una cabrita de lunares y me la traje, y al año la mató la explosión de Cádiz.

Durante las noches que me quedé allí, escuché las cosas que le habían pasado. Una de ellas, que se quedaron dormidos con las cabras en el cementerio y el susto que se llevó el guarda cuando de madrugada lo llamaron por la ventana.

Otra que se quedó colgando de un árbol, otra cuando encontraron a un hombre que se había caído a un pozo y lo sacaron.

Bueno, pero vamos a seguir con su vida. Al venir a Cádiz nos fuimos a vivir a una venta que estaba frente a la plaza de toros, pero estando allí estalló la guerra y de noche se escuchaban muchos tiros, y temiendo que nos pasara algo, nos fuimos a Chiclana, a una casa de un familiar en el Mayorazgo, junto a la ermita de Santa Ana y todos los días iba a Cádiz a vender, y por las tardes, al oscurecer, llegaba a Chiclana cargado de comida, que con la escasez que había, no comprendíamos cómo la conseguía…

lunes, 14 de febrero de 2011

A LA VIRGEN DEL ROCÍO

A la Virgen del Rocío
una flor yo le pedí,
y en los jardines de Huelva
te escogí a ti.
Esa flor yo la planté
y me dio dos claveles y una rosa.
Y a pesar de tener tres hijos
te conservas como una rosa.


Cádiz 4 de mayo de 1986

sábado, 12 de febrero de 2011

MI TÍO PACO: MI PERSONAJE INOLVIDABLE (I)

Nació en Chiclana de la Frontera, allá por 1888. Al cumplir los nueve años se quedó sin madre y con once años se fue a Sevilla con su padre y la hermana mayor y se perdió. Como estaba acostumbrado a su pueblo, se quedó maravillado de ver una ciudad tan hermosa.
Allí lo recogió, al verlo desorientado y llorando, un pescadero que tenía un puesto en la Macarena. Era un matrimonio mayor que no tenía hijos y lo trató como si fuera suyo.
Así pasaron varios años y un día, teniendo catorce años, su padre se lo encontró en el puesto de pescado, pero él ya no se quería ir y se lo llevó a la fuerza. Pero su padre se había casado con una viuda con dos hijas y no se llevaba bien con ella y se fue de su casa.
Entonces se fue con el pescadero, el cual le ayudó mucho. Así se fue por los cortijos de las cercanías con un caballo vendiendo pescado.
Pero un día le pasó una cosa curiosa. Habían matado quemado a un tratante de ganado que pasaba por el mismo sitio que él pasaba y le echaron a él la culpa.
La Guardia Civil fue a buscarlo y no daban con él. Entonces, buscaron a su padre y fueron adonde estaba el muerto y le dijeron a su padre que fuera a verlo, por si pudiera ser su hijo. En los pies tenía unas botas que no se habían quemado, se las quitaron y por los dedos supo mi abuelo que no era él, ya que mi tío tenía los dedos muy juntos.
A los dos o tres días apareció mi tío y la Guardia Civil estuvo comprobando dónde había estado mi tío y comprobaron que no había sido él y lo soltaron, pues lo tenían en el calabozo. Entonces, mi tío dejó lo del pescado, vendió el caballo y se juntó con otro muchacho como él, y así estuvo varios años.
A lo largo de esos años le habían nacido dos hermanos más por parte de padre.
Por aquel tiempo hubo una guerra con los moros y él no se presentó a la mili porque se habían equivocado, ya que en vez ponerle Francisco, le pusieron Francisca y como él le ayudaba a sus hermanos, pues era el único que lo ganaba, pasaron varios años.
En ese tiempo se le casa su hermano Antonio y al año se peleó con su mujer y ella, para vengarse de él, denunció al hermano mayor, o sea a Paco, que no había ido a la mili, pues ella sabía que ellos se querían mucho.
Y lo llamaron con 38 años. Estuvo varios meses en los calabozos, y en vez de tres años de mili, hizo seis. Así, estuvo en la guerra en Ceuta y en Melilla. Allí conoció al teniente Morla, que sería general y se hizo amigo de un comandante...

sábado, 5 de febrero de 2011

AGARRAÍTO EN LA ALAMEDA


Agarraíto en la alameda
a una farola,
mirando al mar yo lloraba,
y pasó un amigo
y me dijo que por qué lloraba,
y yo le dije
porque mi corazón y mi alma
las olas del mar se llevaban.



AGARRAÍTO DE LA MANO



Agarraíto de la mano
te llevé al altar.
Me diste tres criaturas
sin perder tu gracia ni hermosura...
¡Cuánto te he querido
y siempre te querré, criatura!

jueves, 3 de febrero de 2011

CHICLANA

Como una rosa yo te quiero,
huele a sal y romero,
¡ay tierra mía cuánto te quiero!
En tu plaza de niño
mi vida buscaba
y en cualquier esquina
una buena persona encontraba.
Santa Ana tan hermosa y tan hermana,
a mi madre ese nombre le pusieron por ti
y siempre la tengo presente a ella a ti,
pues si estoy vivo es gracias a ti,
pues el día de la explosión en Cádiz
en tus brazos al Mayorazgo me llevaste
y la vida me salvaste.
¡Cuántas cosas de Chiclana puedo decir,
la que me dio el ser está enterrada allí!
Tierra de buenos toreros
y de buenos vinateros,
pues tus viñas son famosas,
de niño que yo tanto admiraba,
era cuando en tus iglesias
la cigüeñas allí se posaban,
y cuando se entraba
las salinas tan blancas
su estero...
¡Chiclana cuánto te quiero!

miércoles, 2 de febrero de 2011

MIS COSILLAS

Cuando con ojos cansinos deje de levantarme, comprenderé si ha tenido algún sentido de ser cuando esté en el más allá. Entonces pensaré si he dejado alguna huella en la tierra.
Creo que sí, pues cuando voy por la calle todo el mundo con cariño me saluda y me respeta, ¡qué más puedo pedir!
Mis hijos son tres ángeles del cielo que han venido a acompañarme a mí.
Mi hijo Paco, bueno y cariñoso, del que me siento orgulloso. Todo el mundo que lo trata me habla muy bien de él.
De mi hijo Antonio qué voy a decir, si la mitad de su vida la ha dedicado a mí, pues ha sido hijo y hermano, el que cuando yo era un niño pedí. Me siento orgulloso de él.
Mi hija Ana Mari, tan buena, tan cariñosa, siempre pendiente de mí. Me siento orgulloso de ella.
A mi esposa la dejo la última, pero es la primera.
Es esposa y madre,
cuando está a mi vera
siemprepara mí es primavera.
Pues el cielo me la mandó
para que madre y esposa fuera.
Y los tres nietos que cuando los veo
qué alegría me da de vivir.
Y no puedo escribir más,
pues soy tan sentimental
que de alegría
me entran ganas de llorar.




15 de enero de 2004