jueves, 15 de septiembre de 2011

AGARRADITO A UNA FAROLA

Llorando,
agarradito a una farola,
mirando al mar yo estaba,
y pasó un amigo
y me dijo que por qué lloraba.
Y le dije que porque mi alma y mi corazón
las olas y el mar se los llevaba.

Mi amor,
dios se lo llevó un día.
Para mí siempre es de noche,
nunca de día,
es tanto el amor
que por ella sentía.

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