miércoles, 7 de diciembre de 2011

PASEANDO POR LA CALETA

Paseando por la Caleta el otro día,
una gaviota en una piedra herida me encontré,
y le pregunté, qué te pasa,
¿es que no puedes volar?
Y me contestó,
es que en Huelva he dejado mi amor
y estoy enfermo y no puedo volver.
Y entonces yo pensé,
qué suerte he tenido yo
que de un jardín de Huelva
una rosa llegó
y yo la cogí,
y siempre la tengo junto a mí,
y le doy las gracias
a la Virgen del Rocío,
por haberla traído aquí,
cuando 69 años ya cumplí.

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